Sobre el tratamiento informativo de la prensa dijo que, son cosas que van a pasar siempre. La prensa por dar la primera noticia siempre se va a ir… hay que vivir con eso
SANTO DOMINGO.- Compungido por el fallecimiento de Ruddy Pérez, su hermano el beisbolista, Neifi Pérez; entre sollozos y profundo llanto expresó este jueves pesadumbre por las víctimas, por el expelotero Octavio Dotel, a su vez, no encontraba palabras para describir el cruento momento que atraviesa la familia Pérez y el país, en un encuentro con la prensa en el Teatro Nacional.
Del legado de su hermano afirmó que: “Nunca vi a mi hermano metido en problemas, es el mejor legado que me a dejado a mí, a mis otros hermanos. Mi hermano era una persona de trabajo, le encantaba trabajar, no meterse en cosas malas. Ese legado que me dejó a mí vamos a tratar de seguirlo”.
El deportista aclaró los supuestos rumores de que estaría en la fiesta del pasado lunes 7 en el Jet Set, pues, se encontraba en los Estados Unidos, “hay mucha gente inventando cosas en las redes, yo estaba en Filadelfia. Me llamaron a la 1:00 de la madrugada y compré un vuelo”.
Respecto al manejo de la prensa y el tratamiento informativo tras el derrumbe del techo de El Jet Set, a propósito de multiples versiones sobre la condición de Rubby Pérez, a lo que refirió que: “Son cosas que van a pasar siempre. La prensa por dar la primera noticia siempre se va a ir… hay que vivir con eso”.
“Gracias a Dios siempre estuvimos porque sabíamos que todavía él estaba ahí”, aclaró. Además, de la última vez que compartieron, reveló que se mantuvo conversando con el “Ruiseñor del merengue” a las 9:00 de la noche en la fiesta, “estuve hablando con él por cámaras y me decía que yo no lo quería, y yo le decía, tú sabes que yo te amo”, afirmó.
Sostuvo que, en estos tres meses, el intérprete de “Volveré” y “Buscando tus besos”, se veía feliz, después del proceso de la muerte de su esposa Inés, “nosotros hablábamos tres veces al día”.
La pelota y la música
Admitió que en la vida siempre hay contradicciones porque Neifi Peréz gusta de la música y su hermano gustaba de la pelota.
En los inicios de la formación de Rubby Pérez como pelotero, en su adolescencia sufrió un accidente que le tronchó la posibilidad de realizar su sueño de jugar en las Grandes Ligas.
Sin embargo, desde niño demostró talento vocálico cantando en la iglesia hasta que con el pasar de los incursionó en la Orquesta de Wilfrido Vargas, y con los avances, logró establecerse como uno de los icónicos y más completos merengueros dominicanos.