Por Daniel Merán @losalcarrizosrd
Santo Domingo, 16 de abril de 2025 — A dos meses del hallazgo del cuerpo sin vida del adolescente Wilmer Rafael Paulino, su madre, Marlyn Paulino, exigió justicia y respuestas por parte de las autoridades dominicanas. La familia denunció que, hasta la fecha, no había recibido información oficial sobre las circunstancias del fallecimiento ni el informe forense correspondiente.
Wilmer, de 14 años, desapareció el pasado 16 de febrero tras salir de su hogar en Los Alcarrizos en compañía de dos amigos. Su cadáver fue encontrado tres días después en el arroyo Lebrón, con las manos atadas y en avanzado estado de descomposición, lo que impidió a sus familiares realizarle un velatorio adecuado.
Marlyn Paulino expresó su profunda frustración y desconcierto ante el silencio absoluto por parte de las autoridades. Indicó que, desde el hallazgo del cuerpo, ninguna institución, incluyendo la Policía Nacional, la Procuraduría General de la República ni el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), se ha comunicado con ella para ofrecerle orientación, acompañamiento ni respuestas sobre el estado de la investigación.
“No entiendo nada. Nadie me ha llamado, nadie me dice qué está pasando. Sólo quiero saber la verdad de qué le hicieron a mi hijo”, declaró entre lágrimas.
También expresó su dolor por la falta de apoyo emocional o psicológico tanto para ella como para su familia.
A lo anterior se suma que, tras dos meses del hecho, el INACIF aún no ha entregado el informe forense con las causas reales de la muerte del menor, lo que ha incrementado la angustia e incertidumbre de sus familiares.
“Mi hijo me lo mataron, yo quiero justicia. Ni siquiera podré darle un velorio digno porque me lo entregarán con el ataúd cerrado, no podré verlo”, añadió.
La familia de Wilmer reiteró su llamado a las autoridades para que se retome el caso con seriedad, se esclarezcan los hechos y se ofrezcan respuestas claras. Mientras tanto, Marlyn Paulino, quien se encontraba bajo licencia médica otorgada por la empresa para la que laboraba, enfrentaba el duelo en total abandono institucional.
El caso ha generado preocupación en la comunidad de Los Alcarrizos y en distintos sectores de la sociedad dominicana, que claman por acciones firmes del Estado para garantizar la protección de la niñez y el acceso a la justicia en casos tan sensibles como este.