CIUDAD DEL VATICANO. – El papa Francisco exigió este domingo que ninguna iglesia cristiana sea abolida «directa o indirectamente» en Ucrania, tras la aprobación de una ley que prohíbe los vínculos con el Patriarcado ortodoxo de Moscú.
«Las iglesias no se tocan», clamó el pontífice argentino tras el rezo del Ángelus dominical desde la ventana del Palacio Apostólico.
Francisco reconoció ante los fieles que le escuchaban en la Plaza de San Pedro que sigue «con dolor los combates en Ucrania y en la Federación Rusa» y expresó su temor «por la libertad de quien reza» tras «las normas aprobadas recientemente en Kiev».
«Quien reza de verdad reza siempre por todos. No se comete algún mal por rezar y si alguien comete un mal contra su pueblo, será culpable de eso, pero no puede haber cometido mal por rezar. Por lo tanto, que se permita rezar a quien quiera en la que considere su iglesia», sostuvo el pontífice.
Y agregó: «Por favor, que no se suprima directa o indirectamente ninguna iglesia cristiana. Las iglesias no se tocan».
El pasado 20 de agosto el Parlamento ucraniano aprobó una ley que prohíbe el funcionamiento de organizaciones religiosas con fuertes vínculos con Rusia, allando el camino a una posible ilegalización de las actividades de la Iglesia ortodoxa subordinada a Moscú.
La ley entrará en vigor 30 días después de que el Parlamento haga público el texto y otorgará a las parroquias de la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú nueve meses para cortar lazos con la Iglesia ortodoxa rusa.
El objetivo de las autoridades ucranianas es avanzar en lo que se ha denominado «independencia espiritual» en medio de la invasión rusa y cortar lazos con el Patriarcado de Moscú y el patriarca Kiril, leal del presidente Vladimir Putin y partidario de la guerra.
El propio Kiril se dirigió ayer mismo al papa Francisco y a otros líderes religiosos mundiales para que defendieran la Iglesia Ortodoxa Ucraniana.
Kiev considera a la Iglesia vinculada a Moscú como un apéndice del Kremlin para debilitar la causa nacional ucraniana y promover la ideología prorrusa.