Por José Juliao
Durante el período en el que Francisco Javier García ocupó el cargo de Ministro de Turismo de la República Dominicana, muchas provincias se beneficiaron de proyectos de desarrollo e infraestructura turística. Sin embargo, Montecristi, una región con gran potencial natural y cultural, quedó relegada en términos de inversión y promoción turística.
A pesar de las promesas y expectativas creadas por su gestión, la provincia de Montecristi no vio mejoras significativas en su infraestructura turística ni se llevaron a cabo proyectos de impacto que pudieran impulsar el turismo local. Esta falta de acción fue un factor determinante en el estancamiento del desarrollo turístico de la región, que cuenta con recursos como las playas, los manglares y el Morro de Montecristi, todos con un enorme potencial para atraer visitantes nacionales e internacionales.
Las críticas hacia García durante su mandato apuntan a que, si bien hubo avances en otras zonas del país, Montecristi permaneció desatendida, lo que limitó su crecimiento económico y turístico. Las expectativas de la población local, que veía en el turismo una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida, se vieron frustradas debido a la falta de un plan estratégico por parte del Ministerio de Turismo bajo su liderazgo.
Hoy en día, Montecristi sigue siendo una joya por descubrir en el mapa turístico dominicano, pero la inacción durante el mandato de Francisco Javier García es un recordatorio de las oportunidades desaprovechadas.