La FAO informa que cerca del 50% de la población haitiana sufre de grave inseguridad alimentaria.

PUERTO PRÍNCIPE: Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), aproximadamente 4,9 millones de personas en Haití están experimentando hambre aguda, lo que representa casi la mitad de la población del país.
En solo cinco meses, se ha producido un aumento de 200.000 personas en esta situación.
La FAO también informa que 1,8 millones de personas se encuentran en una situación de emergencia, una cifra superior a la de los últimos tres años según la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF).
Esto significa que los hogares haitianos están enfrentando graves carencias, lo que resulta en desnutrición aguda y un aumento de la mortalidad. Algunas familias se ven obligadas a recurrir a mecanismos negativos para cubrir sus necesidades alimentarias, como vender sus activos productivos o consumir semillas en lugar de plantarlas. Esta situación aumenta la vulnerabilidad de la población.
Dado que el 75% de la población de Haití vive en zonas rurales, se requieren medidas urgentes para salvar vidas y restablecer los medios de subsistencia agrícolas de los agricultores vulnerables.
Por ejemplo, una inversión de 125 dólares en un paquete de semillas para horticultura puede generar 20 veces su valor en la producción de hortalizas, lo que permite a las familias tener acceso a alimentos y generar ingresos a través de la venta de parte de la cosecha.
La FAO ha solicitado 61,7 millones de dólares como parte del Plan de Respuesta Humanitaria 2023, con el objetivo de ayudar a 700.000 personas a mejorar su acceso a los alimentos.
Las actividades se centrarán en el suministro de insumos agrícolas, como semillas y fertilizantes, para aumentar la producción de alimentos básicos y hortalizas durante las temporadas de primavera e invierno de 2023. Además, se brindará protección a los activos ganaderos mediante la entrega de aves de corral y cabras, así como vacunas y tratamiento veterinario.
El comunicado destaca que Haití enfrenta una crisis prolongada que se ha vuelto aún más aguda y compleja. La situación se ha visto agravada por la violencia y la reaparición del cólera, que ha causado aproximadamente 600 muertes desde octubre pasado.
Los hogares también se ven afectados por los altos precios de los alimentos, que están vinculados a la depreciación de la moneda local frente al dólar estadounidense y al aumento de los costos de transporte. Las malas cosechas han obligado a la población a recurrir a mecanismos negativos para satisfacer sus necesidades básicas.
Además, la FAO señala que Haití es uno de los países más vulnerables a las catástrofes naturales, que han causado grandes daños y pérdidas de vidas humanas.
Muchas comunidades aún están luchando por recuperarse de desastres recientes, como la tormenta tropical Grace y el terremoto de 2021, que devastaron partes de los departamentos de Grand’Anse, Nippes y Sud.