En aquella época, la cerveza que se consumía en la mayoría de Europa tenía un sabor amargo y turbio, y se elaboraba con una variedad de lúpulo llamada Saaz, que crecía en la región de Bohemia. Los habitantes de Pilsen, descontentos con la calidad de la cerveza que se producía en su ciudad, decidieron fundar una nueva cervecería en 1842, la cual utilizó por primera vez la malta de cebada clara y el lúpulo de Saaz para producir una cerveza de sabor más suave y fresco.
Esta nueva cerveza fue un éxito inmediato y se hizo popular en toda la región de Bohemia. Con el tiempo, la cerveza tipo Lager se extendió por toda Europa y se convirtió en la cerveza más consumida en todo el mundo. En la actualidad, muchas marcas de cerveza Lager se producen en diferentes partes del mundo, aunque la original de Pilsen, conocida como Pilsner Urquell, sigue siendo muy valorada por su sabor auténtico y tradicional.
La cerveza tipo Lager se caracteriza por su fermentación en frío y su sabor suave y refrescante. Se elabora con levadura de baja fermentación y se madura durante varias semanas a bajas temperaturas para conseguir su característico sabor y aroma. Hoy en día, la cerveza Lager es un elemento esencial de la cultura gastronómica en todo el mundo y se puede encontrar en casi todos los bares y restaurantes.
